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lunes, 23 de junio de 2014

CONOCER EL FUTURO



(Primera parte)



Publicado en el diario “La Capital de Rosario”  
(5 febrero 2006).



 

ANA MARIA SEGHESSO
 



Guercino

"Personificación de la Astrología" (1650-1655)

 La Astrología es una de las ciencias ocultas más antiguas; nace junto con la Astronomía, de la cual nunca se ha separado, aunque sus objetivos sean diferentes.



En latín ambos términos indican lo que hoy llamamos Astrología; en inglés la palabra astronomy tuvo los dos significados hasta el Iluminismo.


La palabra griega aprendizaje, conocimiento, significa técnicamente Astrología, mientras que la palabra -μαθηματικός (matemático) - significa astrólogo como primera acepción.


Desde sus inicios, el estudio de los astros se ha fundamentado en la matemática, en el número, en los cálculos de los ciclos y en la astronomía.



Los primeros habitantes de Mesopotamia históricamente documentados por hallazgos arqueológicos y epigráficos, son sumerios. 

En la ciudad de Uruk, alrededor del 3000 a.C. se produce una gran invención: la escritura, que determina el comienzo de la Historia.


Esta escritura fue llamada “cuneiforme” a raíz de la forma de cuña de sus caracteres.


Los orígenes de la ciencia celeste se encuentran en la antigua Mesopotamia, la actual Irak; Asurbanipal, rey de Asiria (669 a 627 a.C.), conquistador de Babilonia, hizo compilar un inmenso archivo donde se conservaban en tabletas de terracota escritas en cuneiforme, manuales de astrología y efemérides, con cálculos de movimientos celestes de centenares de años.



Fueron los Sumerios los primeros en estudiar los astros y sintetizar en presagios sus movimientos; sin embargo, a partir del período helenístico los astrólogos de Mesopotamia fueron llamados “caldeos” simplemente, sin connotaciones geográficas ni étnicas.




Tablilla de escritura cuneiforme







El astrólogo era llamado “tupšarru”, término que significa también escriba, maestro de las artes,  


…  experto en cosas celestes, que conoce perfectamente el movimiento de las estrellas e interpreta los signos que envían los dioses a los hombres para que puedan regular su vida y de ese modo no sucumbir a eventuales males” se precisa en el “Enuma Anu Enlil”, o “Manual del astrólogo". 



La scrittura celeste
 
Giovanni Pettinato, Mondadori 1998.




El nombre que actualmente llevan los signos astrológicos, el zodíaco y los astros entonces conocidos, son sumerios. Los principios y las técnicas no han sufrido grandes cambios con el paso de los milenios. A través de la invención del zodíaco entramos en la fase del cómputo astronómico fundado en la matemática. 

La división del círculo, en 12 partes de 30º cada una, no tiene en cuenta las constelaciones, aunque toma el nombre de algunas de ellas. 

Según el asiriólogo O.Neugebauer, 

“fueron precisas razones matemáticas las que indujeron a la adopción de un ciclo bien definido que medía la progresión del sol y de los planetas respecto a secciones de exactamente 30 grados".


En realidad, el zodíaco no fue otra cosa que una indispensable idealización matemática y fue usado como cómputo astronómico.”



Diodoro de Sicilia, historiador griego del siglo I a.C., menciona en sus escritos los conocimientos que poseían los caldeos; según lo que escribe en su Biblioteca Histórica,


... "han llevado a cabo observaciones minuciosas por muchísimos años, adquiriendo el conocimiento preciso de los movimientos y de las propiedades de cada uno, prediciendo a los hombres mucho de lo que les podrá suceder  ... han estudiado las propiedades de los astros llamados móviles, que llaman “intérpretes”, llamando “astro del sol” al que los griegos llaman Cronos, ...  a los otros cuatro los llaman como nuestros astrólogos: astro de Ares, de Afrodita, de Hermes y de Zeus...  


Los llaman intérpretes porque mientras los otros son inmóviles y cumplen una sola revolución lentísima a lo largos de un recorrido establecido, éstos cumplen un ciclo peculiar, indicando lo que está por suceder, sirviendo de asesores para los hombres de las intenciones de los dioses.”



Otros autores clásicos como Cicerón en “Sobre la adivinación” y Plinio en “Historia Natural”, concuerdan al atribuir a los habitantes de la Mesopotamia tal primacía.



Los descubrimientos arqueológicos llevados a cabo en los últimos cien años en Irak, corroboran los textos de escritores antiguos, puesto que el contenido de las tablas de terracota en la escritura más antigua que se conoce, son en su mayor parte de tipo astrológico.



Los babilonios describieron algunas de las constelaciones existentes mil años antes del nacimiento de Cristo; en el período sumerio, o sea alrededor del 3000 a.C, se menciona ya la constelación de las Pléyades. 

Otras documentaciones arqueológicas mencionan que en el 600 a.C el Zodíaco había sido dividido en doce partes; una tabla de terracota de forma redonda, reproduce el Zodíaco fraccionado por los signos, tal cual como lo conocemos ahora.


La astrología, llamada “Ciencia divina”, era interpretada por sacerdotes, considerados portavoces de la divinidad. 





Sacerdote sumerio


 

 


 



lunes, 9 de junio de 2014

LA TEORIA DEL ETERNO RETORNO





  

ANA MARIA SEGHESSO


 

El escritor Frederich Nietzsche analizó esta teoría en una de sus obras y la popularizó entre el público moderno.

Sin embargo es una hipótesis muy antigua.


Existen diferencias importantes entre la hipótesis tradicional y el punto de vista actual, que posee un enfoque psicológico y moral. 

La Teoría antigua describe un fenómeno telúrico y cosmológico, considerando y detallando su cumplimiento.








 



La Teoría del Eterno Retorno afirma,

Cuando cada uno de los astros errantes regresa exactamente en longitud y latitud al punto del cielo en el cual se encontraba al inicio de los tiempos, estos mismos astros errantes producen la Conflagración y Destrucción de todos los seres del Mundo. 




 









El Mundo se reconstruye - "apocatastasi" - cuando los astros renuevan su marcha repitiendo exactamente todas las cosas realizadas en el período precedente.

Esta reconstrucción, que sigue a la destrucción, se cumplirá no una vez, sino un número infinito de veces. 

En cuanto a los dioses, que no están sujetos a la destrucción, les basta vivir uno solo de esos períodos para saber todo lo que sucederá en los tiempos siguientes, ya que no sobrevendrá nada que no haya ya pasado la primera vez.

En el Timeo, el filósofo griego Platón, (nacido en Atenas en 427 a.C, muerto en 347 a.C.) explicando la génesis de la creación afirma que 


"El número perfecto del tiempo se realiza y el año perfecto cumple su Revolución cuando todas las Revoluciones de los astros, cuyas velocidades varían, llegan juntas al término, encontrándose como al origen.“






Séneca, escritor, político y filósofo romano, (4 a.C. 65 d.C.) en su libro "Cuestiones naturales", trata de esta doctrina, reproduciendo un fragmento del sacerdote caldeo Bérose (III siglo a. C., autor de una célebre historia Caldea y Asiria, hoy perdida).


"El diluvio de agua o de fuego sobreviene cuando a Dios le parece bien crear un Mundo mejor terminando con el antiguo…” 

Bérose,  atribuye esta subversión a los astros, y esto lo hace de un modo tan irrefutable que fija exactamente  el tiempo de la conflagración y del diluvio. 


"El globo terrestre se incendiará cuando  todos los astros que tienen ahora trayectorias diversas, se reunirán en Cáncer, disponiéndose en modo tal unos debajo de los otros, que una línea recta podrá atravesar todos los centros… 
El diluvio se producirá cuando todas las estrellas se reunirán en el Capricornio. La primera de estas constelaciones preside el solsticio de verano, la otra el solsticio de invierno…" 

Una conjunción perfecta de todos los astros del sistema solar, esta es la configuración que determinará el fin de los tiempos y el renacimiento del Gran Año, con la muerte de un mundo por un cataclismo de agua o de fuego.


La mayor parte de los filósofos antiguos adoptó la noción de la existencia sucesiva de una infinidad de mundos que sistemáticamente y en períodos precisos se renueva, estableciendo el final y el principio.


En muchos de los Mitos, que la humanidad ha heredado de tiempos remotos, la raza humana parece conservar un recuerdo confuso pero muy intenso de una terrible catástrofe universal. 

La pregunta que se impone es: ¿por qué, proviniendo de culturas diferentes, el argumento se repite y los personajes son semejantes?


Puede ser factible que los Mitos mismos sean confirmaciones históricas, creados de manera alegórica para ser trasmitidos con mayor facilidad.


http://anaseghesso.wix.com/una-sesion-de-tarot








miércoles, 4 de junio de 2014

LA SORPRENDENTE HISTORIA DE LA DIOSA Y EL GOLEM




ANA MARIA SEGHESSO







http://anaseghesso.wix.com/una-sesion-de-tarot



El cielo sereno se cubrió improvisamente de nubes y se alzó un viento del Sur que trajo un dulce sonido de zampoña; se dirigieron de inmediato hacia el lugar de donde provenía la música, un macizo rocoso confundido en la espesura, y atravesando la barrera de cedros vieron erguirse delante de ellos una cueva gigantesca cubierta de zarzales. Cuando se acercaron los espinos se retrajeron y despejando la entrada dejaron visible el acceso al Oráculo. Era evidente que los esperaban, atravesaron el umbral sin titubeos.







Fragmento del libro 
“Una sesión de Tarot y otros cuentos”.




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